La estructura eclesial católica, regentada desde Roma, está bajo la lupa a nivel mundial. Es como una cuenta de cobro largamente reprimida, el estallido de una caldera incapaz ya de soportar la presión de los gases que presionan por salir.
No es para menos, luego de cientos de años de exitoso encubrimiento por parte de las poderosas estructuras católicas. El acceso a los medios de comunicación, la posibilidad de que la información circule libremente amenaza a todos los poderosos anti democráticos... y hasta a los demócratas, que pueden ser víctimas, igualmente, de campañas destructivas. Es el costo del poder de la información.
Lo cierto es que muchos católicos ven hoy con asombro como salen a la luz pública hechos vergonzosos —que algunos pretendían ocultar y que otros desconocían—, pero que ponen de presente la urgencia de que la iglesia católica se modernice. Y asuma, a su vez, la responsabilidad que le corresponde, no sólo por estos hechos lamentables de pederastia, dolorosos de por sí, sino, igualmente, por el abandono a los principios fundamentales de la Iglesia, que la han llevado a ser un instrumento de apoyo a dictaduras y sistemas de expoliación social y ambiental.
Lo cierto es que el problema toca a todos los niveles, desde los curitas de misa y olla hasta al papa y su familia, todos empeñados en 'tapar' para que no salgan a la luz pública hechos que sólo son manifestaciones de problemas más profundos.
Algunos analistas, como Humberto de La Calle, consideran que se trata de problemas de poder. A su vez, el padre Llanos ve en esto una simple conspiración de 'volterianos' empeñados en desacreditar a la institución. Y en su defensa, sin quererlo, hasta equipara a la Iglesia con una prostituta. A su vez, Mauricio García considera que debe buscarse la causa en la tendencia de la Iglesia a ser 'benevolente' con los pecados.
Apenas empieza el debate, y con el tiempo será mucho más rico. Volveremos al tema. Entretanto, comparen los artículos de los autores citados arriba, y que hemos reunido en el blog de soportes.
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