24 de octubre de 2009

El rector y la universidad pública


Tomado de El Espectador, octubre 24 de 2009



CUANDO EL MARTES PASADO Néstor Morales, de Hora 20, entrevistó a Alberto Uribe Correa, rector de la Universidad de Antioquia, a propósito de los disturbios estudiantiles que tuvieron lugar esta semana, el rector reconoció que también él, cuando era estudiante, participó en las manifestaciones en defensa de la universidad.


Digo esto para mostrar lo viejo que es el debate sobre la universidad pública y lo poco que hemos avanzado en la solución de ese problema.


El origen del conflicto actual es más o menos el mismo de toda la vida: la falta de presupuesto. Más concretamente: desde hace quince años el monto de dinero que reciben las universidades públicas no aumenta y ello debido a que está ligado al Índice de Precios al Consumidor. Eso es claramente insuficiente. Los precios de la educación superior se han incrementado en todo el mundo. En los países desarrollados, según datos de University World News, esos costos se han duplicado en los últimos diez años. El incremento es aún mayor cuando se trata de las ciencias duras (física, química, biología, etc.), cuyo avance es indispensable para el desarrollo económico, pero cuesta tanto dinero que sólo las grandes universidades, como las públicas en Colombia, están en capacidad de llevarlo a cabo.


No obstante la falta de recursos, la universidad pública ha cumplido con sus cometidos: no sólo ha aumentado considerablemente su cobertura, sino también el porcentaje de profesores con doctorado y el número de grupos de investigación acreditados ante Colciencias.


Con base en estos progresos, los 32 rectores del Sistema Universitario Estatal (SUE) solicitaron un incremento del 5% en sus presupuestos. Sin embargo, el Gobierno ha rechazado esa petición y, como consecuencia de ello, el debate sobre la universidad pública sigue igualito a como estaba hace treinta años, cuando el rector Uribe Correa participaba en las manifestaciones estudiantiles en la Universidad de Antioquia.


Yo no sé si Moisés Wasserman, actual rector de la Universidad Nacional, también participó en manifestaciones estudiantiles cuando era un joven estudiante de química en la Universidad Nacional. Lo que sí sé es que ha sido él quién ha liderado la actual campaña de defensa de la universidad pública ante las instancias oficiales. Fueron los rectores, liderados por Wasserman, no los estudiantes, los que primero protestaron ante el Gobierno por la falta de recursos. Por eso es tan difícil entender la antipatía que algunos líderes del movimiento estudiantil —bueno, no se sabe si son estudiantes o no— le tienen al rector de la Nacional.


Alguien me dirá que eso es apenas natural cuando tenemos un gobierno tan de derecha como el actual, que privatiza los bienes públicos y favorece indiscriminadamente a los más ricos (las manifestaciones ocurrieron en el momento más álgido del escándalo de AIS). Es verdad que esa politización es inevitable; pero justamente por eso, porque su punto de vista es esencialmente político, los líderes del movimiento deberían reconocer que la mejor estrategia actual consiste en rodear al rector, así sea para que al Presidente no le resulte tan fácil decir que los estudiantes que protestan son terroristas.



Mejor dicho, lo que creo es que los estudiantes deberían aprender a escalonar sus objetivos políticos, no sea que por querer alcanzar la revolución social desde la universidad, pierdan no sólo la revolución, sino también la Universidad.


*Profesor de la Universidad Nacional e investigador de Dejusticia.

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