20 de abril de 2008

Jaque al rey....

Por Koestler

En la partida de ajedrez que se juega por el futuro nacional, todo parece indicar que pronto se realizará una jugada de sacrificio para aliviar la presión que se ejerce sobre el soberano. Tal parece que así lo sienten en el bando negro.

Se observa que la situación es más desesperada de lo que a simple vista se ve. La consideración de no "abrirle puertas a las tentaciones de inestabilidad institucional" emitida por el ejecutivo puede ir en direcciones un poco diferentes a la que presupone la mayoría de los analistas.

El cálculo es que el llamado surgió por la presión que se ejerce sobre el ejecutivo con las supuestas protestas de congresistas que se sienten injustamente perseguidos. Pero, igualmente, se deben considerar los chantajes políticos. Algunas espadas de Damocles parecen pender sobre el ejecutivo, y tan amenazadoras, que no le permitirían maniobrar para liberar en algo la presión que se ejerce sobre él.

Por ejemplo, no puede ofrecer como cabeza de turco a su asesor José Obdulio Gaviria, pese a todo el desprestigio internacional que le produce mantener como consejero al que otrora fuera consultor de Pablo Escobar. Descontado el entramado familiar existente entre estos tres personajes, más parece un pacto de sangre —de esos hasta la tumba— tan propios de los tres mosqueteros.... ¡hasta las últimas consecuencias!

La arrogancia tan admirada en nuestro panorama local en el plano internacional es una absoluta insensatez. Como la de la carta de JOG en respuesta a los 63 parlamentarios yanquis, que había sido dirigida al jefe del ejecutivo. No por el cinismo de su contenido —ese se da por descontado— sino por la prepotencia que ello implica. En el escenario internacional, por si lo quieren olvidar, está muy mal visto que la Dioselina responda por la patrona.

Al parecer en Cancún le hicieron notar otras implicancias de su actuar. Por ejemplo, que ya hasta existe un cansancio en las tierras de sus protectores. Y que si no fuera porque en algunas de las barracas se respiran también aires pestilentes, el ruido de sables estaría al orden del día.

Visto de tal forma, las tentaciones de la inestabilidad institucional puede que sea necesario mirarlas en otra dirección. ¡A menos que avanzar en la justicia sea una amenaza a la institucionalidad! Ahí sí, apague y vámonos.

Ilustraciones:

http://www.educared.org.ar/comunidades/tamtam/images/rey_o_caballo.jpg
http://www.imaginaria.com.ar/19/2/ficciones-04-Cocinera.jpg


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