Por Koestler
A los desinteresados, a los seres generosos, que sacrifican su tranquilidad personal por servir a los desvalidos, por ayudar a los débiles, a los perseguidos, se les debe rendir siempre homenaje. Y se les debe llevar continuamente en el corazón.
Porque son los seres más nobles y puros que producen las sociedades, y son los que siempre marcan los derroteros sobre los que, en últimas, se construyen la paz y el bienestar general.
Uno de esos seres excepcionales fue Eduardo Umaña Mendoza, gran amigo, luchador desinteresado. Un hijo noble de un padre igualmente grande, igualmente ejemplar, que fue y es antorcha para quienes tuvimos el honor de ser sus amigos y alumnos.
Eduardo Umaña Mendoza fue un hombre grande, y su ejemplo es un legado valioso. Intelectual integral, supo hacer honor a su aforismo de "Más vale morir por algo que vivir por nada!
Este crimen de estado no pudo enterrar su ejemplo de lucha. Sobre su tumba renacen a diario flores de esperanza.
¡Que nunca se olvide su vida ejemplar!
Ilustración: http://www.csrp.org/iec/umana.gif
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